
Se trata de un estanque monumental, que estaba situado en la parte trasera del templo, construido a finales del siglo I a.C.
Este ha sido el espacio que ha deparado los hallazgos más espectaculares dentro de la Plaza de España. Entre las piezas recuperadas en el estanque hay que destacar un lote llamativamente numeroso de escultura ideal que se encuentra en el Museo Histórico Municipal principal.